OURENSE, 10 de mayo de 2018.- Desde el pasado lunes, día 7, las tres salas que albergaron la exposición internacional In Tempore Sueborum, organizada y patrocinada por la Deputación de Ourense, se encuentran más vacías. Desde entonces está en marcha todo el proceso de devolución de las piezas. Esta actividad, ajustada a un protocolo muy riguroso, está siendo resaltada por los conservadores o correos que vienen de cada museo para inspeccionar el estado de cada pieza prestada. Dicha actividad nada tiene que ver con retirar a mano piezas de un mueble de cristal en nuestra casa, que se introducimos después en cajas.
La acción que se está desarrollando estos días tanto en el Centro Cultural Marcos Valcárcel como en la iglesia de Santa María Nai así como en el Museo Municipal se ajusta a un procedimiento rígido. “El protocolo de actuación, tanto de recepcionado como de devolución de piezas es muy estricto. Hay que respetar una cadena de manipulación de las piezas hasta que llegan de nuevo a su destino, de hecho la protección a nivel de seguro, en estos casos siempre se contrata un clavo a clavo para asegurar la conservación intacta de las piezas desde que salen de la institución en la que están custodiadas hasta que regresa de nuevo, y en este caso esa cadena no se puede romper de ningún modo en ningún momento y cada profesional tiene su cometido y su responsabilida”, manifiesta la conservadora de la exposición , Natalia Figueiras Pimentel.
Ahora nos encontramos en la fase de devolución de piezas. Esta mañana hicieron la extracción de las piezas del Museo Mikvlov, de la República Checa, por lo que ya se ha ido el famoso caldero de Mvsov junto con todo el conjunto de piezas, también de Chequia, de la vitrina de la tumba 32 de Smolin.
El proceso se lleva a cabo, señala Figueiras, del siguiente modo: “En primer lugar llega el correo del museo correspondiente. Se trata del conservador o a veces del propio restaurador del museo, quien ha manipulado esas piezas, quien las ha restaurado y las conoce a la perfección”. Este correo llega a Ourense desde el museo de origen “y junto con la presencia de los comisarios, Jorge López Quiroga y Artemio M. Tejera, de la empresa de desmontaje y el conservador de la exposición In Tempore Sueborum, en este caso yo, abrimos la vitrina y extraemos las piezas una a una con sumo cuidado, exactamente igual que cuando se recibieron para que no haya ningún tipo de incidente. Se trata de piezas muy pequeñas, muy frágiles, las que son grandes pesan mucho por lo que su manipulación es sumamente delicada. Se trata de objetos que vienen intervenidos e incluso algunos sin restaurar, se pueden fracturar con una manipulación incorrecta y por eso tienen que salir en bandeja”. Para ello se utilizan soportes especiales de Ph neutro para que no haya ninguna variación cromática, por eso se ejecuta la manipulación con guantes específicos.
Una vez que el objeto es extraído de la vitrina, con la seguridad pendiente en todo este procedimiento, es llevado a la mesa de devolución donde se afronta un doble trabajo, indica Natalia Figueiras. Así, por un lado el correo enviado por el museo correspondiente tiene que inspeccionar la pieza con todo detalle, para lo que se vale de una lupa. “En ese momento el correo va inspeccionando y contrastando el estado de conservación de la pieza actualmente en relación al que tenía”, tarea que puede efectuar, señala la conservadora ourensana, “gracias al recepcionado que hicimos en su día con toda una documentación fotográfica con la que va comparando el estado de la pieza”. Cuando el correo ve que la pieza se halla intacta, da el visto bueno y ahí comienza la fase de documentación fotográfica para su salida. “Es una documentación exhaustiva en la que se ven todas las caras de la pieza para poder describir en qué condiciones se va esta”.
El trabajo riguroso y de máxima seguridad en In Tempore Sueborum hace que, con el alto porcentaje ya de vaciado de vitrinas, no haya habido un solo correo que haya puesto de manifiesto alguna anomalía en los objetos. “Hay que tener en cuenta que son piezas de distintos materiales: plata, oro, bronce, papel, latón, vidrio, ámbar, cerámica… y cada una tiene unas condiciones de conservación. Las vitrinas de In Tempore Sueborum están preparadas para que cada objeto tenga un microclima apropiado para cada uno. Eso sí, los metales son muy frágiles, sobre todo los que ya vienen con degradación química , y ahí sí que se ha tenido un cuidado especial de que no aflorase de nuevo esa degradación”, indica Figueiras.
Cuando el correo concluye que la pieza se halla tal cual estaba cuando ellos la enviaron a Ourense, se embala con materiales específicos de conservación por la empresa de transporte especializada, con un sistema de amortiguación que llevan las cajas para evitar movimientos indeseados, cada habitáculo viene perforado a la medida del objeto que contiene. Todo esto se hace en presencia del correo, el comisario, la conservadora así como el cierre de la caja, preparada para subir al camión que irá custodiado por las fuerzas de seguridad hasta el aeropuerto de Madrid-Adolfo Suárez.
La extracción de una sola pieza y todo el proceso descrito hasta tenerla lista para embalar, dura alrededor de veinte minutos por objeto. A esto hay que añadir que cuando a finales del pasado año llegaron estas piezas a Ourense, se hizo todo un registro de daños mediante un sistema de mapas en los que se localizaban los daños principales del objeto y también se hizo ahora un contraste para que la pieza estuviese bien, tanto para la foto como para el mapa de daños.
Los correos que llegaron y siguen llegando a Ourense para esta devolución destacan todos el rigor y la profesionalidad que se encuentran en el equipo técnico de In Tempore Sueborum. Les sorprende a todos la meticulosidad de trabajo y agradecen que cada uno de ellos pueda contrastar bien el objeto por el tipo de fotografía del mismo que tienen delante, resaltando que esas fotos son de gran calidad, lo que también dicen es que en otras exposiciones no se ve este rigor. Aparte también destacan la existencia de una documentación exhaustiva.
En el proceso de devolución de las obras prestadas para In Tempore Sueborum, los conservadores (que se denominan “correos”) de los museos prestatarios han alabado la profesionalidad del equipo responsable de la recepción y devolución de piezas. Entre los que han felicitado al equipo (Comisarios, Responsable de Conservación, Auxiliar de Coordinación, etc.) y a la Diputación Provincial de Ourense están:
Los conservadores del Museo de Stuttgart (Alemania), Klaus Georg Kokkotidis y Frank Lang, que han indicado que “ha sido muy fácil trabajar con profesionales de este nivel”, en particular el comisario Jorge López Quiroga, que habla perfectamente alemán, lo que ha permitido una comunicación muy fluida, y la conservadora responsable Natalia Figueiras Pimentel, ya que toda la documentación estaba perfectamente organizada y el proceso de análisis del estado de las piezas era de una calidad extraordinaria”; ambos han insistido en “transmitir nuestra más sincera felicitación al equipo y a la Diputación Provincial de Ourense por este excelente trabajo y exposición única en Europa”.
La conservadora del Museo de Historia del Arte de Viena (Kunsthistorisches Museum Wien) Stephanie Stoss, ha señalado que “el nivel de profesionalidad del equipo responsable de la exposición es excelente, al nivel de los grandes museos europeos”.
El conservador del Museo Regional de Mikulov (República Checa), František Trampota, comentó que “tanto en la recepción de las obras como en el proceso de devolución ha observado que el trabajo realizado por el equipo es una garantía de calidad y profesionalidad”.
La conservadora de los Museos Reales de Bélgica (Bruselas), Florence Carlier, indicó que “es un auténtico lujo trabajar con un equipo tan profesional que realiza un trabajo muy complejo con una seriedad y meticulosidad dignas de admiración”.
La conservadora del Museo Nacional de Arqueología (Lisboa), ha señalado que “en todo momento se han sentido absolutamente segura y tranquila por la seriedad y profesionalidad del comisario Jorge López Quiroga y la conservadora responsable Natalia Figueiras Pimentel.
El director del Departamento de Antigüedades Medievales del Museo Arqueológico Nacional indicó que “esta ha sido una exposición única, al nivel de las grandes exposiciones europeas, y nos hubiera gustado poderla tener también el Museo Arqueológico Nacional; felicito a todo el equipo, en particular a los comisarios y a la conservadora responsable, y la Diputación Provincial de Ourense por este excelente proyecto y trabajo de altísima calidad”.
La conservadora del Museo Nacional de Hungría, Eszter Tóth, señaló “felicito al comisario, Jorge López Quiroga, y a la conservadora responsable, Natalia Figueiras, por el excelente trabajo realizado y la profesionalidad y seriedad con la que han efectuado el proceso de recepción y devolución de piezas”.
De todo ello se concluye que, tras cinco meses de exposición, las piezas mostradas se han conservado de modo impecable, tanto por la condición de las vitrinas y el control de las mismas, y por la seguridad mantenida en sala para que las vitrinas estuviesen en perfecto estado.